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Evaluación de procesos internos

Imagina que tienes una máquina compleja que necesita mantenimiento constante. Por ejemplo, una máquina de ensamblado de una de las líneas de producción en tu planta. Sin una evaluación adecuada es difícil saber qué partes necesitan atención. Lo mismo ocurre con nuestras organizaciones. Para ello vamos a aprender a realizar una auditoría de las capacidades actuales de la organización, identificando fortalezas y áreas de mejora en los procesos internos y tecnológicos. Primero, es crucial entender qué estamos evaluando. En mi experiencia, comenzar con un inventario de procesos internos es esencial. Documenta cada proceso clave y las tecnologías que utilizas. Pregúntate: ¿qué funciona bien? ¿Qué podría mejorarse? El segundo paso sería hablar de la evaluación de las capacidades tecnológicas. Identifica las herramientas y sistemas que utilizamos. ¿Son eficientes? ¿Están actualizados? Aquí mi recomendación es involucrar a los equipos técnicos y operativos para obtener una visión completa. Una técnica útil es el análisis de flujo de trabajo. Mapea cada paso de los procesos críticos, busca cuellos de botella, redundancias y áreas donde la tecnología puede automatizar tareas repetitivas. En nuestras organizaciones, este mapeo puede revelar oportunidades significativas para mejorar la eficiencia. No olvidemos la importancia del feedback. Habla con el personal que está en la primera línea de estos procesos. Su perspectiva es invaluable para identificar problemas y sugerir mejoras. Y, por último, documenta tus hallazgos en un informe claro y accesible. Este documento será la base para las decisiones estratégicas futuras. Bajo mi punto de vista, una evaluación bien documentada puede ser un cambio de juego para cualquier organización. Ahora llega el momento de reflexionar. ¿Has identificado correctamente las fortalezas y áreas de mejora? Utiliza estas evaluaciones para guiar tus estrategias de transformación digital.

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